miércoles, 17 de abril de 2013

Es necesario el título?


La respuesta que mi alma ansía
llega con un signo de interrogación.
La pregunta que en mi mente surge
sólo consigue acrecentar la pasión

que suele invadir mi ser por completo,
al arrastrarme a ciegas a ese abismo
en el que todo cambia, todo vuela,
en el que no soy yo y nada es lo mismo.

Sólo quisiera calmar ésta, mi sed,
que, deshidratándome, me ahoga.
Quisiera poder vivir preguntando

¿por qué?, ¿qué?, ¿cómo? Caigo en la red,
al sentir que se ajusta esta soga...
Pero sigo en pie, sintiendo y pensando.

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